LA DIFERENCIA

índice cuentos


Me levanté temprano una mañana y me apresuré a comenzar el día. Tenía tanto que realizar, que no tuve tiempo para orar.

Los problemas me cayeron encima y la carga se hizo pesada ¿Por qué no me ayudas Dios? pensé. Y él me dijo: Pero tú no lo pediste.

Deseaba ver la belleza y alegría, más el día se tornó oscuro y frío. Pensé, por qué Dios no me mostró lo que yo esperaba.

Él me contestó: Porque tú no me buscaste. Traté de llegar ante la presencia de Dios. Y probé todas mis llaves en la cerradura.

Dios, gentil y suavemente exclamó: ¿Por qué no tocaste a la puerta?

Me desperté temprano esta mañana y me detuve antes de comenzar el día. Tenía tanto que realizar, que tuve que sacar tiempo para orar.

ESTE SITIO UTILIZA COOKIES PARA OFRECER UNA MEJOR EXPERIENCIA DE NAVEGACIÓN.

POLÍTICA DE COOKIES "COMISIÓN EUROPEA"