Las Propiedades Terapéuticas y Educativas de la Música

En este libro de investigación en Musicoterapia es cual es fruto de toda la experiencia y estudios desarrollados y presentados en esta obra por su autor, se realiza una revisión desde la mirada del músico profesional.

Manuel Soler colabora realizando esta revisión completa de esta publicación, dándole coherencia a los textos sobre todas las intervenciones de desarrollo en la investigación en Musicoterapia del Autor.

Así pues, la revisión se centra en que todos los estudios y aportaciones en general de la obra, se ajusten sobre el lenguaje del autor en sus expresiones de nivel emocional o inspirado que estén asociadas a la música, sonido o acústica, sean las adecuadas para los músicos a un lenguaje teórico musical profesional.

Es fundamental en una obra, que dichas expresiones que señalan a la musicoterapia, emociones y vivencias, siempre que sean manifestaciones que se refieren a la música en cualesquiera de sus expresiones en un libro, sean coherentes para los músicos desde una lectura culta a un lenguaje musical y conecten de manera real con el razonamiento teórico musical y también con el estudio armónico, esto es, en los conocimientos profesionales de las referencias al sonido y a la acústica que se presenten, así como en todas aquellas expresiones sujetas a la relación melódica-armónica, asegurando que todas ellas sean comprendidas en su justa medida a nivel profesional musical, acústico y sonoro.

Hay publicaciones, cursos, seminarios… de musicoterapia que no están revisadas por músicos profesionales, y presentan la musicoterapia con un lenguaje de escritor, utilizando palabras alegóricas que se acercan más a sentimientos de escritor, pero que al relacionarlas con la musicoterapia, se convierten en otros contenidos muy alejados de lo que el autor quisiera en verdad indicar, esto es, cuando lo leído es por un músico profesional, que cuando lee expresiones musicales, le está dando a las palabras el valor que tienen dentro de la teoría musical.

Muchas veces escuché por varios musicoterapeutas con muy poca formación musical teórica ni tampoco de instrumentos, decir que sus más difíciles alumnos son aquellos que eran músicos, pero esta expresión les venía dada, en intentar justificarse por su nula formación musical, ya que dichos músicos les hacían preguntas desde su formación y experiencia, pretendiendo los musicoterapeutas, que la formación que estaban dando fuera por cauces distintos al del estudio musical, en lugar de complementarlos y unirlos.

Es por lo tanto recomendable, unir a nuestras investigaciones y publicaciones, la colaboración de aquellos profesionales que den coherencia y completitud a lo que estamos afirmando y presentando.