Hay quien asocia la musicoterapia a estados de desequilibrio o enfermedad, y esto no es correcto, como tampoco lo sería asociar a un nutricionista, fisioterapeuta, balneario... con tener previamente problemas para poder vivir una terapia, ya que podemos vivirlas como medio de regeneración si no nos encontramos bien, así como de igual manera sintiéndonos con una buena salud a todos los niveles. Lo bueno siempre es bueno sin necesidad de sentirnos mal, pues lo bueno siempre es bueno.
No precisamos sentirnos desfallecer de sed para beber, ni respirar aire puro por el gusto de respirar sin ninguna necesidad previa para sentirnos afines al aire limpio... y así con todo.
La musicoterapia, la salud de la música, ahora puedes adquirir una formación desde la experiencia al nivel que precises, esto es vocacional, profesional y por supuesto por una afinidad que te acerque a esta salud de la música, sin que precises más que respirar por el gusto de respirar.
Conocer los sonidos afines a ti, sin "magias ni misterios"; saber cómo recuperar los estados emocionales regenerantes que han formado parte de tu existencia y recuperar de nuevo la alegría de los 8 años, la emoción de los 17, la creatividad de los 20, los sentimientos de la pasión de vivir a los 24... Ahora podemos volver a recuperar estos estados y desde aquí con la vivencia de estos estados aprovecharlos para crear, imaginar, sentir, viajar...
La música en la salud, va mucho más allá de asociar la música a problemas o deficiencias, sino vivirla como una relación de salud como lo es nuestra vivencia con el sol, el aire, agua y tierra... son naturales por sí mismas, así pues la musicoterapia es una armonía de relación que nos aporta bienestar de manera gratuita.
Saber aprovechar las vibraciones, las canciones, instrumentos, sonoridades para cada persona, grupo, situación, terapia... nos ofrece una riqueza de oportunidades que es de agradecer para nuestra vida, familia, amigos, terapeutas...